Alison Andrade tiene cuatro años. La pobrecita nació con una deficiencia. No tuvo una pantorrilla por lo que el doctor decidió a amputar el pie en junio 2012.
Habita con su familia en Quito. Sus padres no quisieron que Alison fuera al jardín de infancia porque tuvieron miedo de que los otros niños se burlaren de la chica. Por eso la madre se ocupaba de Alison todo el tiempo mientras el papá vendía accesorios de higiene en varios mercados.
Ahora Alison tiene una prótesis y aprende emplearla. Puede visitar el jardín de infancia y jugar con los demás niños.