“Mi mayor motivación es ver la felicidad en las caras de los niños cuando pueden volver a caminar o jugar”.
Sin nuestra coordinadora local, Salto hacia la vida no sería lo que es hoy. Desde la fundación de la asociación, Paty ha mantenido el flujo de información entre Ecuador y Alemania, se ocupa de nuestros beneficiarios y sus familias y se asegura de que nuestra ayuda llegue donde más se necesita. Describe sus tareas así: “En la primera reunión, conozco al niño, recojo todos los datos y me hago una idea de la situación general de la familia. Le explico cómo funciona el programa y pido una cita con el técnico de prótesis de la Fundación. Una vez colocada la prótesis y realizadas la mayoría de las sesiones de terapia, vuelvo a reunirme con los niños en la Fundación para evaluar su evolución”. Esta mujer de origen argentino, que lleva décadas viviendo en Ecuador, trabaja igual que todos nuestros directivos, de forma voluntaria.