Dorian tiene diez años y vive en Quito con su familia. Estudia en la escuela Saulo, que está en San José de Morán de la Parroquía Calderon.
En marzo 2010 se encontraba en la terraza con su prima que estaba tendiendo la ropa. El chico quería jugar al juramento de bandera. Cuándo tomó un tubo de cortina sufrió un calambre. La electricidad le entró por la mano derecha y salió por el pie derecho. A causa de las quemaduras los médicos de la clínica tuvieron que amputarle la mano. Como su familia es pobre, Dorian y su papá se han dirigido a nuestra asociación. Hemos decidido financiarle una prótesis y la terapia.
Dorian ha recibido la prótesis y ejercita con entusiasmo. Nos ha escrito una carta, en que nos da las gracias y expresa su confianza y esperanza por el futuro.